Se pelan las manzanas, se parten por la mitad y se quita el corazón.
Se hacen unos cortes longitudinales sin llegar a cortar del todo la pieza.
Se pone el horno a 220 grados. El tiempo de asado varía según tamaño piezas.
Para saber si están asadas se pinchan con un tenedor hasta que se vea que entra bien.
Una vez asadas se reservan en una fuente.
Se hace caramelo con azúcar en una sartén o cazo y cuando esté derretido el azúcar se va echando con una cuchara sobre las manzanas.
Otra opción es comprar caramelo líquido y echarlo sobre las manzanas.
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